Es extraño cuando me ocupo de preparar comida, sea para mi u otros, siempre termino creando, además esa vertiente (que se da varias veces pero menos en la cocina) resulta una preparación algo exótica. Sea pues el pollo al chocolate, carne al vino tinto o salmón al jengibre, todas esta preparaciones despiertan ciertos sabores, texturas y libertades de la memoria.
Curiosa semana he tenido y posiblemente tendré, esperando claro poder contar con todos mis amigos y la voluntad de Dios para los importantes pasos, objetivos vitales y distintas actividades compartidas.
Que simples y entretenidos son los placeres intelectuales...
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